En internet, los acortadores de enlaces se convirtieron en una herramienta esencial para quienes comparten contenido en redes, blogs o canales de video. Su función principal es sencilla: transformar una dirección larga en una versión corta y limpia. Pero más allá de la estética, estos servicios ofrecen una oportunidad real para generar ingresos.
El sistema funciona mediante publicidad intermedia. Cuando una persona hace clic en un enlace acortado, antes de llegar al destino final se muestra una breve página con anuncios. Cada visita o interacción genera una pequeña ganancia para el usuario que compartió ese enlace.